LOS MÁRTIRES DEL 29 DE JULIO DE 1812

LOS INSURGENTES VERACRUZANOS
LOS MÁRTIRES DEL 29 DE JULIO DE 1812

Las conjuraciones en la nueva España para crear una nación independiente de la metrópoli, comenzaron cuando ésta última se vio invadida por los franceses en el mes de enero de 1808, gracias a los tratados de Fontainebleau firmados el año anterior. Al tener conocimiento de las abdicaciones de los reyes Carlos IV y Fernando VII a favor del famoso José I alias “Pepe botella”, el cabildo de las autoridades coloniales acordó el 19 de julio de 1808 que se tuvieran por nulas dichas abdicaciones. En la siguiente reunión, el 9 de  agosto del mismo año, la cosa fue más lejos pues el licenciado Francisco Primo Verdad y Ramos dijo: “EN VISTA DE LAS CIRCUNSTANCIAS, LA SOBERANIA HA RECAIDO EN EL PUEBLO Y A EL, LE TOCA CONSTITUIRSE COMO MEJOR LE PARECIERE”.
Esta frase, ocasionó que el clero y los ricos hacendados temieran una revolución tipo Francia, por lo que encarcelaron a los destacados independentistas: Fray Melchor de Talamantes, al Lic. Primo Verdad, Juan Francisco Azcarate, al Abad Guadalupe José Baye de Cisneros, el Canónigo Beristain y otros más. La mayoría de estos personajes murió trágicamente como Talamantes que sufrió en San Juan de Ulúa del vomito negro y Primo Verdad que murió misteriosamente colgado de su celda. El mismo Virrey Iturrigaray, quien fue tentado con el mando independiente fue hecho prisionero el 15 de septiembre de 1808 y repatriado a España con toda su familia.

La segunda conspiración fue descubierta en septiembre de 1809, y está estaba integrada por los señores José María Michelena, el Capitán José García Obeso, Mariano Quevedo, el Licenciado Soto Saldaña y el licenciado Nicolás Michelena y otros que fraguaban sus planes desde Valladolid.

La tercera, la que tuvo mayor trascendencia fueron las juntas llamadas “Academia Literaria”, celebradas en casa de del Licenciado José Parra, en la ciudad de Querétaro, protegidas por el corregidor Don Miguel Domínguez e inspiradas por su esposa Doña Josefa Ortiz de Domínguez. A estas juntas concurrían el Capitán Ignacio Allende y algunos comerciantes del lugar, entre ellos también se contaba con la presencia del cura de Dolores, el padre Miguel Hidalgo.

Se escogió el mes de octubre para el levantamiento, durante las fiestas de San Juan de los Lagos para reclutar a la gente, pero un delación por parte de Don Mariano Galván, adelanto los planes a la fecha por todos conocida.
En Veracruz, el primer brote insurgente se conoce gracias a los escritos de Juan Antonio Lerdo de Tejada, quien en una de sus cartas firmada el 18 de marzo de 1812 comenta entre otras cosas “Se ha descubierto aquí la cuarta conjuración por un sargento de pardos; de sus resultas están presos dos escribientes de Contaduría, varios soldados de artillería y milicias y esperamos puedan ahorcarse, por lo que agitara este Señor Laguna que era el primero que había de morir. Y se dice que el autor principal es un teniente de la Corona que estaba preso en el Castillo y es hermano del canónigo Michelena, para quien dirigí VM. Las cartas de su canonjía. Si en esa ciudad y aquí no se hacen ejemplares me parece que estamos muy mal. Dios nos mire con misericordia y a VM. Lo guarde los muchos años que desea su afectísimo, y S.S.Q.B.S.M.”

Las personas a que se refiere el comerciante español, -futuro padre de Miguel y Sebastián Lerdo de Tejada- fueron Don Antonio Merino, comerciante del puerto y Don Cayetano Pérez y Don José Evaristo Molina empleados de la contaduría de la aduana, quienes desde Enero de 1810, estaban en relación con Don Ignacio Allende en la provincia de Guanajuato, que había radicado como militar en la ciudad de Xalapa, y quien les habló de su proyecto de independencia de México. Merino, Calvo y Pérez tuvieron que limitarse a aumentar prudentemente el número de los que con ellos habían de coadyuvar a tan noble causa; entusiasmados los conjurados al recibir directamente de Allende la noticia del movimiento ejecutado en el pueblo de Dolores por Don Miguel Hidalgo y Costilla, continuaban trabajando en su maquinación hasta el mes de Enero de 1812, (Los mensajes se llevaban bordados en las sillas de montar de los volanteros del Ejercito) cuando dos integrantes de las Compañías Provinciales de Pardos y Morenos: Matías Sandoval y Narciso García, a quienes habían tenido la indiscreción de confiar su secreto, cometieron la infamia de denunciar ante el gobernador Carlos Urrutia los nombres de los que la promovían; en tal virtud, fueron presos Don Cayetano Pérez, Don José Evaristo Molina, Don José Ignacio Murillo, Don Bartolomé Flores, Don José Ignacio Arismendi, Don José Prudencia Silva y otros conspiradores, quienes, después de permanecer en prisión por espacio de seis meses, fueron fusilados el día 29 de Julio de 1812. Así termino la primera conspiración en el puerto de Veracruz.

Estos fusilamientos tuvieron lugar en los bajos del baluarte Santiago (Francisco Canal y Gómez Farias), dando paso a leyendas que aún hoy se conocen y en las que se habla de un soldado que fue fusilado por las órdenes de su Padre, el gobernador de Veracruz.
La leyenda narra que la persona que dirigió al pelotón de fusilamiento era su propio hermano y que después de darle el tiro de gracia al caído, se suicido ahí mismo, diciendo “Yo también te perdono padre”, se dice que a partir de la fecha dos sombras fantasmagóricas vestidas como antiguos militares de la Corona se pasean por los jardines del Baluarte.

A este respecto cabe señalar que el Gobernador interino que le toco dicho fusilamiento fue Juan María de Soto, quien al conocer que llegaba el indulto del Virrey de los condenados mandó a detener el convoy en Santa Fe, el cual arribo al puerto el día 30 de julio, cuando todo había acabado.(Manuel B. Trens). José Manuel Siu Rangel, quien fue encargado del Baluarte en los años 80´s comento a este investigador, que efectivamente, varios soldados y veladores que cuidaban los alrededores del baluarte afirmaban haber visto a unos soldados con uniforme antiguo deambular por los jardines del lugar. 

Actualmente la placa que conmemora dichos fusilamientos esta igual que la mayoría en el puerto muy deterioradas, ya que fue puesta en 1910.

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